El Lexus y el Olivo

Resumen de El Lexus y el Olivo

El viejo orden mundial de la Guerra Fría ha sido reemplazado por el nuevo paradigma de la Globalización.

El Lexus (conocida marca de automóviles de lujo) simboliza los mercados globales y las tecnologías emergentes. El Olivo representa la profunda identidad cultural local. El conflicto que define esta nueva era es la constante tensión entre esas dos fuerzas.

Bajo este nuevo esquema, las finanzas, la información y la tecnología se están democratizando. Este proceso ha aniquilado cualquier alternativa al capitalismo de mercado.

Ahora, en lugar de Capitalistas, Comunistas y Tercer Mundo, solo existen dos mundos: el Mundo Rápido y el Mundo Lento. En esta situación, nadie tiene el control – mandan las fuerzas del mercado.

Además de explicar estas ideas en detalle, el autor ofrece consejos para aquellos países que deseen participar de la Globalización, y analiza el caso de Estados Unidos en el proceso.

Sobre el libro El Lexus y el Olivo

• Año Publicación: 2000
• Páginas: 490
• Enviado: 01/2001
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Contenido de El Lexus y el Olivo

Entendiendo el sistema

Con el final de la Guerra Fría, surge un nuevo orden de dominio internacional: La Globalización. El sistema de la Guerra Fría, que culminó en 1989 con la caída del Muro de Berlín, tenía reglas y paradigmas muy claros. Fue una época definida por el conflicto ideológico entre el Capitalismo y el Comunismo, que dividió el mundo en tres bandos: Comunistas, Occidentales y Neutrales. La tecnología dominante eran las armas nucleares.

La era Posguerra Fría es definida por las reglas y paradigmas de la Globalización. Se instituye un proceso dinámico que integra los mercados, naciones y tecnologías de un modo novedoso y sin precedentes. Las tecnologías dominantes son la computación y la miniaturización. La vieja forma de comunicación (la “línea roja” utilizada sólo por los grandes líderes) ha sido reemplazada por la Internet, disponible a cualquiera.

La globalización gira en torno a tres equilibrios:

1. Equilibrio entre naciones y Estados.
   
   
2. Equilibrio entre naciones-estados y mercados globales, específicamente los Supermercados o grandes centros financieros globales.
   
   
3. Equilibrio entre individuos y naciones-estados.
   

Este último equilibrio, entre individuos y naciones-estado, es el más reciente. Gracias a tecnologías como la Internet, un individuo puede actuar a nivel global. Este nuevo género de individuos con gran poder incluye personajes como el millonario terrorista Osama Bin Laden (acusado por el atentado contra embajadas de Estados Unidos en África) y la Premio Nóbel de la Paz Jody Williams (otorgado por su lucha contra las minas terrestres).

Las naciones-estado siguen siendo muy importantes. La novedad es que los Supermercados y los Individuos poderosos también lo son.

El Lexus y el Olivo son signos representativos de esta nueva era. Mientras la mitad del mundo está tratando de construir un mejor Lexus (modernizando, automatizando, miniaturizando, etc.), la otra mitad, representada por el Olivo, lucha constantemente por mantener sus fronteras y conflictos ancestrales. El Lexus representa los mercados globales y las tecnologías emergentes que impulsan la globalización, mientras que el Olivo representa la identidad de la comunidad.

La principal amenaza para el Olivo la representa el Lexus. Conseguir y mantener el equilibrio entre los dos es el principal reto de esta era.

Después de la caída del Muro de Berlín, han ocurrido tres procesos clave:

1. Democratización de la tecnología: La digitalización y la miniaturización le dan poder al individuo.
   
   
2. Democratización de las finanzas: Los papeles comerciales, la securitización de las hipotecas de vivienda (proceso mediante el cual se agrupan numerosas hipotecas similares en un instrumento financiero negociable), los planes de retiro y el surgimiento del pequeño inversionista, han creado mercados financieros sobre los cuales las instituciones tienen poco control.
   
   
3. Democratización de la información: Con el surgimiento de la televisión, el fax, los teléfonos móviles y especialmente la Internet, los Gobiernos y las instituciones perdieron definitivamente su control sobre la información.
   

Esta democratización ha aniquilado cualquier posible alternativa al capitalismo de mercado. La única opción disponible es la “camisa de fuerza dorada de la globalización”.

Un país debe adoptar una serie de reglas obligatorias que incluyen:

1. Una economía dirigida por el sector privado.
   
   
2. Baja inflación.
   
   
3. Presupuesto en equilibrio (o superávit).
   
   
4. Aranceles aduaneros bajos o inexistentes.
   
   
5. Privatización de negocios del estado.
   
   
6. Moneda convertible.
   
   
7. Mercados financieros desregulados.
   
   
8. Economía que promueva la competencia.
   
   
9. Gobierno honesto.
   

En otras palabras, a medida que su economía crezca, debe decrecer el Gobierno. Habrá mayor crecimiento y mayores ingresos, pero menos alternativas políticas.

En lugar de ser capitalista, comunista o tercermundista, un país pertenecerá simplemente al Mundo Rápido o al Mundo Lento.

La manada electrónica

En la nueva era ha surgido un nuevo centro de poder, llamado por el autor La Manada Electrónica. Esta incluye a todas aquellas personas o instituciones involucradas en la compra-venta de acciones, bonos y monedas a nivel mundial (traders).

Desprovistos de barreras, y aprovechando las nuevas tecnologías de información y comunicación, la Manada está en la libertad de desplazarse por donde les plazca, llevando consigo capital e inversiones. Es un fenómeno gigantesco, veloz y diverso, como ninguno que se haya visto en la historia.

Con tantos mercados y tanta información disponible, es cada día más difícil ganar dinero en los mercados financieros. Es por eso que cuando se descubren oportunidades interesantes, éstas atraen grandes sumas de dinero. Esto a su vez produce inestabilidad. La inestabilidad es potenciada por la presencia de inversionistas quienes hacen grandes apuestas en áreas que les son desconocidas.

Invertir globalmente es fácil, bajo la ilusión que todos los mercados son iguales. Pero no lo son. Cuando un mercado regional tiene problemas, los inversionistas locales lo detectan con anterioridad y huyen, dejando expuesto al capital extranjero. Por si esto fuera poco, los mercados son tan rápidos que la inestabilidad en los mercados malos se contagia velozmente hacia los mercados buenos.

Muchos líderes mundiales están comenzando a comprender el poder de La Manada. Algunos denuncian la existencia de conspiración y opresión por parte de los países poderosos. Pero la realidad es que nadie tiene el control: mandan las fuerzas del mercado.

Cada gobierno funciona como un sistema parlamentario, constantemente temeroso de recibir un voto de censura por parte de La Manada. Los líderes mundiales deben pensar como gobernadores, cuya responsabilidad principal es atraer empresas e inversionistas a su territorio, siempre temerosos de que decidan abandonarlo. La Internet hace este proceso aún mas complicado.

Haciendo “público” un país

La globalización hace que las instituciones políticas del Estado, tales como las cortes de justicia y los organismos electorales, sean mucho más importantes que nunca. Estas son las que dan estabilidad y legitimidad a sus Gobiernos, haciendo al país más atractivo para las inversiones. Los inversionistas y los políticos deben reconocer que un mercado emergente saludable está muy ligado a (es necesario para) una sociedad emergente saludable.

El proceso mediante el cual un país se une a la globalización es muy parecido al proceso mediante el cual una empresa se hace pública (abre su capital al mercado de valores). En este sentido, el país debe:

1. Hacer sus mercados y economías transparentes.
   
   
2. Limitar la corrupción.
   
   
3. Promover la libertad de expresión.
   
   
4. Democratizar al máximo para lograr estabilidad y legitimidad.
   

La Manada Electrónica y los Supermercados están entre las fuerzas más influyentes en el mundo. Ejercen presiones enormes para lograr la democratización y la justicia. Como estas fuerzas vienen desde afuera, muchos piensan que hay fuerzas extranjeras dictando las directrices políticas.

La realidad es que en este sistema, los países, como las empresas, pueden escoger ser prósperos. Ya no están limitados por su historia, geografía o recursos. Para prosperar, deben buscar ciertos atributos clave:

1. Deben conectarse a Internet, tanto como sea posible. A mayor ancho de banda por persona, mejor.
   
   
2. Deben volverse rápidos, impulsando a sus ciudadanos y a sus emprendedores. Esto incluye facilitar el acceso al capital, acortar los ciclos de creación de productos y desechar ideas o compañías ineficientes.
   
   
3. Deben generar y distribuir el conocimiento en forma efectiva, utilizando redes internas y su sistema educativo.
   
   
4. Deben hacerse ligeros. Las empresas viejas enfatizaban los bienes pesados, como automóviles. Las empresas nuevas utilizan la digitalización y miniaturización para crear valor con mucho menos peso. Un país especializado en Tecnología de Información “pesará” menos, y generará un mejor estándar de vida para su población.
   
   
5. Deben abrirse. Se ha demostrado que existe una correlación directa entre apertura y mayor estándar de vida. Como el conocimiento es fundamental para el crecimiento económico, la apertura es sencillamente imperante. La apertura atrae inversiones de La Manada.
   
   
6. Deben ganar más amigos y aliados. Además de la conveniencia en el ámbito de seguridad nacional, tiene importantes beneficios en el ámbito económico.
   
   
7. Deben escoger líderes que “capten la idea”, personas que acepten y entiendan el proceso de la globalización.
   
   
8. Deben establecerse a si mismos como marcas, igual como si fueran un producto. La reputación del país, como una marca, debe ser alimentada, cuidada y mantenida. Cualquier cosa que manche la reputación es nociva para el país.
   

En pocas palabras, lo que importa no es dónde está el país, sino qué es.

En contra del sistema

La globalización no acaba con la geopolítica. Sin embargo, la Manada impone muchas restricciones en la política exterior de los países.

La Guerra Fría exacerbaba los conflictos regionales. Hoy en día, La Manada castiga a un país que pelea con sus vecinos. En lugar de globalizarse, los conflictos se aíslan. La Manada evita a toda costa las regiones “malas”.

Se está imponiendo una sociedad de tipo “El Ganador se lo lleva todo”. La brecha en el ingreso entre los que tienen y los que no se ha abierto considerablemente. Gracias a la globalización y a los mercados unificados, los “ganadores” pueden lograr ganancias gigantescas, mientras que los de poca o ninguna habilidad ganan mucho menos.

Estas brechas en los ingresos crean grandes tensiones sociales. Los ricos y los pobres viven vidas cada día mas separadas. Podrían ser la debilidad oculta de la globalización.

Muchos tratan de resistirse a la globalización, porque les desagrada su naturaleza “una talla para todos”. La globalización presiona a los países en múltiples formas, muchas de las cuales crean resentimientos, porque:

1. Algunos creen no tener las competencias o habilidades para tener éxito en el Mundo Rápido.
   
   
2. Algunos burócratas o ejecutivos se resisten a compartir el poder. Este tipo de persona tiende a desaparecer en el sistema, pero tienen poder político que usan para organizar la resistencia contra la globalización.
   

Casi todo país que se une a la economía global produce sus candidatos políticos antiglobalización. Mientras más débil es la economía, más poderosos se vuelven esos candidatos.

Es interesante destacar que la mayoría de las personas son beneficiadas por la Globalización. Si bien es cierto que la brecha entre ricos y pobres tiende a aumentar, también lo es el hecho que los pobres se hacen más ricos. Adicionalmente, la globalización le da mayor cabida a aquellos que sufren, permitiéndoles organizarse para lograr el cambio (especialmente a través de Internet).

Estados Unidos y el sistema

Estados Unidos está en la posición ideal dentro del nuevo sistema global. Entre otros atributos:

1. Geográficamente, está ubicado en el Atlántico y en el Pacífico, con fácil acceso a Latino América.
   
   
2. Es Multiétnico.
   
   
3. Cohabitan varios idiomas.
   
   
4. Es tolerante.
   
   
5. Está abierto a la inmigración.
   
   
6. Estimula la ambición.
   
   
7. Tiene leyes de bancarrota liberales.
   
   
8. Tiene un Gobierno honesto.
   
   
9. Tiene mercados transparentes.
   
   
10. Tiene un sistema político flexible.
    

Muchas personas, sin embargo, guardan resentimientos contra Estados Unidos, porque tiende a exportar sus valores y cultura a todas partes, aún a aquellos que no lo quieren así.

Algunos de los resentidos se quejan, a la vez que reciben los beneficios de su poder. Otros le hacen oposición por razones geopolíticas, o por el simple placer de oponerse.

El verdadero peligro viene de aquellos que convierten su resentimiento por la globalización en furia. Gracias a la globalización, estas personas enfurecidas tienen mayor incentivo para odiar a los Estados Unidos y mas poder para crear daño. Como resultado, el principal peligro de Estados Unidos hacia finales del siglo XX viene de estos individuos poderosos.

La globalización es casi irreversible; sin embargo puede contener las semillas de su propia destrucción:

1. Puede presionar demasiado a ciertas personas o países, que no logren hacer la transición.
   
   
2. Pequeños grupos de personas pueden poner en peligro al sistema completo con sus excesos.
   
   
3. La brecha en los ingresos se puede hacer intolerable.
   
   
4. El proceso como tal puede resultar ser poco humano.
   

La clave para una globalización sostenible incluye mantener una red de seguridad en paralelo con el compromiso de la integración global, que ayude a fortalecer a las economías mas débiles, desestimulando las peligrosas prácticas de los grandes prestamistas.

La globalización sostenible requiere una estructura de poder estable, y Estados Unidos está en una posición privilegiada para proveerla. Ninguna sociedad puede balancear mejor el Lexus y el Olivo.
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