Contenido de En defensa de mercados de libre capital
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Las crisis de los a帽os 90
En los a帽os 90 se vivieron una cantidad de crisis financieras en todo el mundo, incluyendo desplomes de mercados burs谩tiles, problemas con las tasas de cambio, recesiones, insolvencias y otras contracciones econ贸micas serias, que hicieron que muchos empezaran a cuestionar a los mercados libres.
Entre ellas:
- 1990: ca铆da burs谩til y crisis econ贸mica en Jap贸n
- 1992-1993: crisis monetaria en Europa
- 1994: crisis monetaria en M茅xico
- 1997: caos financiero en Asia
- 1998: devaluaci贸n de la moneda Rusa
- 1999: depreciaci贸n de la moneda en Brasil
El antiguo vice-ministro de finanzas japon茅s, Sakakibara, resumi贸 la desesperaci贸n que se vivi贸 en esa 茅poca al declarar una 鈥渃risis global de capitalismo鈥. Sin duda, el modelo de mercados libres empezaba a ser percibido como disfuncional.
Pero fue el fracaso de las regulaciones de los gobiernos, junto con sus equivocadas pol铆ticas fiscales, y su interferencia en las operaciones de los mercados libres, las responsables de la turbulencia financiera de esa d茅cada.
De acuerdo con los economistas conservadores, comenzando con Adam Smith hace dos siglos, el sistema econ贸mico m谩s confiable y efectivo es una econom铆a de mercados libres 鈥 sin planificaci贸n central y que no est茅 afectada por las regulaciones que imponen los gobiernos en las fuerzas de oferta y demanda.
Pol铆ticas financieras equivocadas
Las ra铆ces de la mayor铆a de las crisis se pueden encontrar en las pol铆ticas financieras erradas. En particular, las decisiones equivocadas por parte de los ministros de finanzas y bancos centrales, en relaci贸n a las tasas de cambio de su moneda nacional - la decisi贸n financiera m谩s importante que un pa铆s debe tomar.
Desafortunadamente, muchos pa铆ses implantaron tasas de cambio fijas, con el objetivo de estabilizar sus mercados monetarios. Los resultados fueron justamente lo contrario: ocasionaron cambios econ贸micos extremos.
Este fue el caso de muchas de las crisis financieras de la d茅cada 鈥 M茅xico, Tailandia, Indonesia, Rusia y Brasil. Con la subida del d贸lar americano, la deuda en d贸lares de Asia aument贸 considerablemente, un factor decisivo para que ocurriera la venta excesiva de las monedas del sudeste de esta regi贸n en 1997.
Muchos l铆deres pol铆ticos y ministros de finanzas no se percatan de que las causas de los problemas de los a帽os 90 resid铆an en sus decisiones econ贸micas y en los errores de sus propias pol铆ticas dom茅sticas. Es por ello que culpan al sistema de mercados libres, afirmando que el resultado financiero negativo es por causa natural de un sistema en el cual el capital se puede mover libremente a trav茅s de las fronteras. Piensan que con la aplicaci贸n de pol铆ticas monetarias internacionales se prevendr谩n futuras crisis.
La tasa flotante de moneda adoptada por Corea del Sur y por la mayor铆a de los pa铆ses del Sudeste de Asia, contribuyeron a sus recuperaciones. Ir贸nicamente, la mayor铆a de los funcionarios gubernamentales no le atribuyen la recuperaci贸n a las fuerzas del mercado, y contin煤an buscando nuevas regulaciones financieras para aplicarlas.
Los gobiernos buscan imponer nuevas regulaciones para poder integrarse m谩s en el mercado. Para asegurar que todos funcionan de acuerdo con las nuevas reglas, crean una gran industria de monitoreo - abogados, bur贸cratas y funcionarios que se ocupan de hacer cumplir las reglas y de culpar a otros por manipular el mercado. La principal v铆ctima de esta 鈥渄emonizaci贸n鈥 han sido los mercados internacionales de cambio de moneda.
Esto ocurre porque pocos funcionarios gubernamentales comprenden realmente la econom铆a. La mayor铆a proviene del campo del derecho u otras 谩reas, por lo que no se dan cuenta que los precios 鈥 incluyendo las tasas de cambio - son una forma natural de regular los recursos frente a las demandas competitivas. Muchos incluso responden en forma adversa a los mercados, por consideraciones pol铆ticas o a causa de la opini贸n popular, que considera a los mercados como fuente de especulaci贸n.
Cuando se deja actuar al mercado libremente, los precios se ajustar谩n para corregir la demanda y la oferta. Esto ocurre en todos los mercados, independientemente que el producto involucrado sea comida, fuerza laboral, precios de acciones o monedas extranjeras.
La correcci贸n que hacen los mercados requiere reconocer que los mercados que funcionan normalmente debe ser libres para permitir que los precios se muevan hacia arriba y hacia abajo. En estas condiciones, los inversionistas pueden lidiar con estas fluctuaciones normales mediante contratos derivados, la principal herramienta para compensar (hedge) su riesgo en los mercados de cambio internacionales. Estos contratos derivados incluyen opciones y 鈥渇orward鈥 del mercado de cambio.
En un r茅gimen de cambio fijo, en el que las tasas de cambio pueden hacer cambios repentinos, los negociantes no pueden comprometerse en equilibrar riesgos de contratos, lo que desalienta a inversionistas y contribuye con la desintegraci贸n econ贸mica de estos pa铆ses.
La crisis de Jap贸n
El colapso en Jap贸n fue una verdadera sorpresa. El pa铆s se hab铆a recuperado despu茅s de quedar devastado por la segunda guerra mundial, pasando a ser la segunda econom铆a m谩s fuerte en el mundo.
Pas贸 por un espectacular per铆odo de crecimiento desde los a帽os 60 hasta los 80; que llev贸 a muchos a pensar que su econom铆a llegar铆a a superar la estadounidense.
Herman Kahn del Hudson Institute hab铆a pronosticado este crecimiento, debido al 茅nfasis del pa铆s en la educaci贸n, la lealtad del trabajador y la propensi贸n nacional a ahorrar.
Luego de esto, Jap贸n cay贸 en un repentino espiral de ca铆da libre caracterizado por el estancamiento y la ruina financiera.
El papel del gobierno japon茅s, en relaci贸n a la toma decisiones econ贸micas, fue una raz贸n clave para este declive.
Un sistema planificado centralmente carece de la habilidad para crear compensaciones individuales que motiven a todos para practicar un comportamiento econ贸micamente eficiente. Se convierte en un 鈥渟istema mezclado pseudo-capitalista鈥.
A finales de los a帽os 80, especialmente entre los a帽os 86 y 90, la econom铆a de Jap贸n se volvi贸 sumamente fr谩gil. Los precios de los activos subieron vertiginosamente, aumentando dos o tres veces su valor. Las pol铆ticas monetarias permisivas produjeron la inflaci贸n a finales de los a帽os 80.
La burbuja estall贸 cuando el Banco de Jap贸n revers贸 de pronto su pol铆tica permisiva a finales de 1989. El banco pens贸 que el d贸lar hab铆a ca铆do demasiado r谩pido; compr贸 d贸lares y aument贸 las tasas de inter茅s.
Al mismo tiempo, el Ministro de Finanzas aument贸 los impuestos de ganancias de capital por especulaci贸n. La econom铆a japonesa se estanc贸 abruptamente, el mercado de valores cay贸 en picada y con 茅ste el mercado de bienes ra铆ces. El sistema bancario se congel贸. Esto fue el comienzo del declive por una d茅cada de Jap贸n que trajo como consecuencia una econom铆a de crecimiento cero.
Las tasas de cambio fijas
A los problemas de Jap贸n se le sumaron las ca铆das de otros dos reg铆menes de mercados fijos: Europa y M茅xico.
Estas crisis monetarias ocurrieron debido a distorsiones que dieron a la moneda una estabilidad artificial, hasta que la presi贸n del mercado forz贸 a estos pa铆ses a devaluar sus monedas o a abandonar su r茅gimen de tasa de cambio fijo.
Las distorsiones ocurren porque cuando un pa铆s fija sus tasas de cambio, debe ordenarle a su banco central que compre o venda su moneda a esa tasa establecida, mediante la cual el valor de la moneda est谩 establecido en relaci贸n a la moneda de otro pa铆s (la moneda de reserva).
Para que este cambio sea posible, el banco central tiene que retener las reservas internacionales, incluyendo bonos y moneda extranjera. Esta situaci贸n puede conllevar a una gran inestabilidad, debido a las fluctuaciones en la tasa de inter茅s dom茅stica y en las tasas de cambio que crean un desequilibro entre la tasa de cambio fija y la verdadera tasa del mercado.
Como resultado, el banco central puede que termine devaluando o bajando la tasa fija, si la econom铆a dom茅stica se est谩 desempe帽ando pobremente.
Tasas de cambio europeas y el SME
Circunstancias como estas condujeron a una crisis de tasas de cambio europeas en 1992 y 1993. La creaci贸n de la Comunidad Econ贸mica Europea en 1957 鈥 que llev贸 al establecimiento del Sistema Monetario Europeo (SME) en 1997 - fue un experimento muy ambicioso con las tasas de cambio fijas.
Inclu铆a la creaci贸n de la Unidad Monetaria Europea (ECU), basada en el promedio ponderado de todas las monedas en 1979, y ajustada peri贸dicamente seg煤n el PIB de los miembros.
Se supon铆a que esto estabilizar铆a las tasas de cambio europeas. Pero ten铆a una gran volatilidad, se requirieron 18 realineaciones entre 1979 y 1999. Los problemas de cambio provocaron dos crisis monetarias, que se exacerbaron por las distintas tasas de inter茅s de las monedas involucradas.
En 1992, el banco central alem谩n aument贸 repetidamente la tasa de inter茅s a corto plazo, para responder a un creciente d茅ficit presupuestario producto de la unificaci贸n con Alemania Oriental. Como este era uno de los bancos mas importantes del sistema, sus acciones contagiaron los problemas econ贸micos de Alemania al resto del continente.
M茅xico y el Sudeste Asi谩tico
Los reg铆menes de cambio fijos tambi茅n provocaron crisis en los mercados de econom铆as emergentes, en particular en M茅xico y en la mayor parte del sudeste de Asia. Estos pa铆ses ten铆an inmensos d茅ficit en sus cuentas corrientes, los cuales eran justificados por la necesidad de capital internacional producto de su r谩pido crecimiento.
Sin embargo, el alto nivel de inversi贸n cre贸 presiones inflacionarias y una sobre devaluaci贸n. La p茅rdida de confianza por parte de inversionistas comenz贸 una crisis, y estos pa铆ses carec铆an de reservas extranjeras para cubrir el declive financiero.
En M茅xico, la crisis tambi茅n fue provocada por una p茅rdida de confianza en la estabilidad pol铆tica, las disrupciones de Chiapas y el asesinato de un candidato presidencial. Cuando el gobierno emiti贸 un bono vinculado al d贸lar (tesobono), el valor del peso declin贸 a煤n m谩s, mientras que el valor de la deuda gubernamental aumentaba.
En el Sudeste del Asia, la ca铆da econ贸mica comenz贸 en el verano de 1997 con la venta de moneda local en Tailandia. Esto se contagi贸 a Filipinas, Malasia e Indonesia. Pronto los precios de las acciones y de las bienes ra铆ces cayeron dram谩ticamente, y se esparci贸 una insolvencia financiera por toda la regi贸n.
Las autoridades regionales culparon err贸neamente a los especuladores en moneda y al mercado de valores, especialmente los fondos de compensaci贸n (hedge funds).
Por el contrario, algunos de los factores principales incluyeron la devaluaci贸n de la moneda china en un 50% en 1994 (para aumentar sus exportaciones) y la pol铆tica del d贸lar fuerte llevada a cabo en los a帽os 90 por Jap贸n, Alemania y Estados Unidos.
La reducci贸n del valor del d贸lar frente al yen, para superar el alto nivel de exportaciones de Jap贸n en relaci贸n a los EEUU, y la reversi贸n posterior de dicha medida, crearon un encogimiento del cr茅dito, porque los pa铆ses del Sudeste de Asia hab铆an contra铆do deuda con d贸lares norteamericanos devaluados.
Una vez que el valor del d贸lar aument贸, lo hizo igualmente su deuda, lo que gener贸 como consecuencia la crisis de cambio internacional que precipit贸 el desastre econ贸mico.
En busca de una nueva arquitectura financiera
Estas crisis ilustran la necesidad de un mercado libre. Aunque los pa铆ses afectados en la d茅cada de los 90 quieren creer que sus problemas fueron ocasionados por otras razones, el origen fue dom茅stico. Singapur, por ejemplo, sobrellev贸 esta crisis en forma efectiva, con m铆nimo impacto, porque ten铆a pol铆ticas flexibles con un alto grado de movilidad de capital.
Con pocas excepciones, la turbulencia financiera de los a帽os 90 fue debido a una crisis en los acuerdos de tasas de cambio fijos de estos pa铆ses.
Los pa铆ses deber铆an responder a estas situaciones con una tasa de cambio flotante. As铆 la moneda puede responder libremente a las fuerzas del mercado y corregirse a s铆 misma. Las tasas de cambio son precios, y como tales juegan un papel vital en el alcance del equilibrio en la econom铆a mundial. Si las tasas fluct煤an, es por un motivo. Poner restricciones artificiales en el movimiento de las tasas de cambio socava el trabajo de la econom铆a mundial.
Hasta las intervenciones a corto plazo pueden ser disruptivos. Hay que dejar que los precios del mercado se ajusten naturalmente.
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